Pasticel

Sabor y puro corazón mexicano ☕🍳

Hay lugares que no solo sirven comida: platican contigo desde el plato, te cuentan historias del campo, del fuego, de los días que empiezan con sabor y se recuerdan por el café. Pasticel es un espacio nacido en Puebla, pero sembrado con el corazón de todo México.

Aquí el desayuno es un homenaje diario. A quienes cultivan, a quienes cocinan, a quienes se sientan a compartir. Y también a quienes, sin prisa, encuentran en una mesa el inicio verdadero del día.

Los Suaves llegan inflados: rellenos de frijol, coronados con aguacate, cochinita, cebolla curtida, cilantro fresco y un toque de habanero con limón que enciende los sentidos. Para los cuerpos cansados o las almas trasnochadas, el caldo picosito es pura alquimia: levanta, reconforta, sacude lo que sobra. Y cuando se asoman las brasas en la salsa tatemada, el antojo se rinde sin pelear.

El café en Pasticel es protagonista. El grano mexicano se transforma en taza con toda su fuerza, acompañado —como si fuera destino— por su famoso croissant con mantequilla y mermelada de jitomate. Dulce, ácido, suave: un contraste que no se olvida.

En cada taza hay una intención. Pasticel cocina como quien pinta un mural: con ingredientes que colorean la mañana y emociones que se sirven sin medida.

En Pasticel, la pasión está en el fondo del plato y la alegría en la superficie. Y cuando todo termina —el café, la charla, el pan—, uno se queda con la certeza de que empezar el día aquí es siempre una buena idea.

¡Vamos a Pasti!