Ferdinand Barra de Café

El café es nido, y la amistad, abrigo 🐧🐧🐧

Hay quienes dicen que los pingüinos no vuelan. Pero basta verlos en grupo, rozando el hielo en sincronía, para entender que volar no siempre es alzar el cuerpo: a veces es sostener el alma. En círculo, se protegen del frío. Se turnan el centro, dan calor con el pecho y fuerza con la espalda. Sobreviven en comunidad, como todos los que necesitamos de otros para no congelarnos del todo.

Ferdinand nació de eso: del afecto, de la unión, de la risa que se multiplica cuando se comparte. Es una barra de café de especialidad, sí, pero también es una colonia de afectos. Un refugio para quienes saben que la calidez no siempre está en la taza, sino en la voz que te pregunta cómo estás.

El BEC —bacon, egg & cheese— tiene esa cosa de los clásicos bien hechos: reconforta, nutre, recuerda. El Solo Carlo, lleno de personalidad, se gana el corazón desde el primer bocado. Las bebidas de temporada y los postres que cambian con el ánimo del clima son como esas amistades entrañables: regresan distintas, pero siguen siendo necesarias.

El pingüino que acompaña no es decoración: es símbolo. Estas criaturas no sobreviven por la fuerza individual, sino por la fuerza compartida. Así también funciona Ferdi: puedes llegar solo y salir acompañado.

Las mesas invitan a quedarse, el ambiente a abrirse, el menú a volver. Ferdinand es una invitación a tejer vínculos, a hacer del café un puente, del antojo un lenguaje, del espacio una comunidad.
Porque cuando hay conexión, hasta el frío se vuelve hogar 🫂


Con tu Cafaith Pass puedes elegir: espresso, americano*, cortado, cappuccino sencillo* y doble*, flat white* y latte*.
*También disponibles en su versión fría.