Prólogo

Un café para empezar la historia 📖

Uno camina sin rumbo, creyendo que el día es solo un borrador de cosas pendientes, hasta que encuentra un café y el mundo se ordena en pausas. Prólogo es eso: el respiro entre líneas, la página donde todo cobra sentido, el inicio de algo que tal vez no sabías que necesitabas.

Aquí, el café es la espera antes de un encuentro, el eco de una conversación que se queda flotando en el aire, la certeza de que hay momentos que no se repiten. Se sirve con la pericia de quien sabe que las mejores historias se cuentan lento, que el aroma de un espresso recién hecho es un punto de suspensión y que una galleta puede ser, a veces, el único abrazo que hace falta para seguir.

En Prólogo, los sabores también cuentan historias. Cervantes, Kahlo, Rulfo, Cortázar. En cada bocado hay algo de su esencia: intensidad, color, nostalgia, melancolía. Un juego de palabras servido entre panes y ensaladas, como si la literatura pudiera comerse de a poco, deshaciéndose en el paladar.

Y si el día pide un cierre, hay que elegir bien. Un Epílogo, con limón, menta y café, porque algunas historias terminan con un golpe fresco que despierta la memoria. O una Tregua, horchata, vainilla y espresso, como el paréntesis necesario entre el caos y la calma, entre lo urgente y lo importante.

Prólogo Sinergia abrió sus puertas en el Auditorio Metropolitano. Un nuevo espacio donde la vida se entrecruza, donde el café se convierte en la pieza que une a quienes alguna vez, sin saberlo, iban a coincidir.

Porque hay cafés que acompañan la historia, y otros que la empiezan. Prólogo es de los segundos.