Clemente

Café de especialidad y comida honesta.
Bendito sea.

Hubo un tiempo en el que el café fue prohibido, tachado de “bebida de Satán”. Hasta que un hombre decidió probarlo. Y en ese sorbo, la historia cambió para siempre. El Papa Clemente VIII no solo lo aprobó, sino que lo bendijo. Se dice que sus palabras fueron: "Esta bebida es tan deliciosa que sería una lástima dejar que los infieles la usen en forma exclusiva."

En Clemente, el café es un ritual. Cada grano pasa por manos expertas y llega a la taza con un propósito: ser disfrutado como se debe. En su barra de extracción, encontrarás opciones de diferentes orígenes, listas para que explores el mundo sin moverte de tu silla.

Clemente es sobre hacerlo bien, desde la semilla hasta la mesa. Su filosofía de comida honesta va más allá de buenos ingredientes: es un compromiso con productores locales, con el comercio justo y con la calidad sin artificios. En su cocina, las tostas son protagonistas. Dulces o saladas, con frutos rojos, crema de cacahuate o aguacate, cada una es prueba de que lo simple, cuando se hace con respeto, sabe mejor.

Y como aquí se cree en la creatividad tanto como en el buen café, EL MURALITO es su altar al arte. Un espacio para que diseñadores, letristas y artistas dejen su huella, haciendo de cada edición una experiencia nueva.

Si después de probarlo sientes la necesidad de llevar un pedazo de Clemente contigo, su merch está a la altura: stickers, camisetas, pines y tote bags con diseños muy cool.

Porque el buen café no necesita permiso divino, pero en Clemente, se siente celestial.